NOTAS RRHH

Mitos y verdades de la Entrevista Laboral

Una de las situaciones que nos genera altos niveles de ansiedad, nos hace fluir la adrenalina y por la que todos de alguna u otra manera hemos pasado o pasaremos es: la ENTREVISTA LABORAL.  
Esta instancia llena de aflicciones, incertidumbres, prejuicios, expectativas y esperanzas, puede resultar una experiencia grata asociada al aprendizaje o bien convertirse en un momento de desilusión y angustia si no sabemos conducirnos en ella.   

El trabajo ha sido por siglos uno de los pilares que sustentan la dignidad humana y previo a él, ha existido, en su diversidad de formatos y niveles de exigencia, la entrevista laboral;  hoy quizás más agiornada y técnica, no ha dejado de representar ese encuentro con la persona que nos evaluará y nos pondrá en los umbrales de nuestro próximo empleo.

En el núcleo de esta reunión existen “mitos y verdades” que se han ido tejiendo alrededor de esta instancia evaluativa, los cuales podremos desafiar conforme a la actitud que demostremos en ella, descartando así  que la entrevista tenga carácter sentencioso.

Entrevista LaboralEse primer contacto que establecemos con nuestro entrevistador es el punta pié inicial para que el desarrollo de la entrevista sea satisfactoria o no. Para ello, es aconsejable ser puntual con la hora acordada, tanto para el postulante como para el selector. Ambos deben respetar el tiempo que se acordó, ya que esto reduce en gran medida, la posibilidad de extenderse demasiado, cuando el candidato cuenta solo con el tiempo pactado para dicho encuentro.

La experiencia de ser entrevistado tiene que resultar un momento de oportunidades para ambas partes. No olvidemos que la entrevista laboral es una negociación entre dos y ambos están interesados en resolver una situación: uno necesita un trabajo y el otro un empleado capacitado.

Es por ello que la entrevista debe desarrollarse en un ámbito cordial, distendido, donde el diálogo resulte un continuo mensaje claro y fluir de ideas asociadas al expertise del candidato.
                                                                                                                                      
No debe darse lugar al mito de que las entrevistas deben ser un enlatado y ajustarse necesariamente a un formato estructural para arribar a una buena selección.

Hoy, las entrevistas se caracterizan por explorar el nivel de experiencia, aptitudes y capacidades del candidato, basadas en gran medida  en la “Entrevista por Competencias”, donde el postulante es evaluado a través de una serie de interrogantes dirigidos a conocer el nivel presente o en desarrollo de determinadas competencias*,  comparando así su perfil con el cargo disponible.
Frente a esto, es bueno que  el postulante conozca cuales son sus puntos fuertes, los que deberá enfatizar durante el desarrollo de la entrevista demostrando transparencia a través de un lenguaje correcto que le permitirá trasmitir su idoneidad laboral.
Sin embargo, llegado el momento de la verdad y amén de las cuestiones técnicas propias de la entrevista o de las fortalezas del postulante; un papel destacado en este encuentro lo cumple el Entrevistador, quien debe saber guiar la entrevista e invitar a su interlocutor a disfrutar del momento de ser entrevistado.

El trato cordial del inicio debe ser una constante durante toda la entrevista y no permitir que se vislumbren las condiciones de desigualdad que pueden estar presente entre entrevistador y entrevistado.
El deber del entrevistador es generar un clima distendido y cumplir con el rol de anfitrión en todo momento; logrando así que la experiencia del postulante en su paso por la entrevista, resulte de las más satisfactorias, sea cual fuese el resultado;  el postulante debe sentir que es bienvenido y que se respeta su predisposición y tiempo.

Finalmente nos preguntamos: ¿Es posible que existan entrevistas en un ámbito formal que no se ajusten a los paradigmas de reunión estructurada y donde el entrevistador tenga una actitud empática de mayor participación e involucramiento?
Casi como un mandato, es momento de que aquellos profesionales abocados a la gestión de las personas, den inicio al Proceso de Reorganización Personal y a través de un cambio de actitud promuevan la transformación del mito de la entrevista laboral, experimentada hasta hoy como un ámbito de presión con el matiz característico de examen, en una experiencia más que gratificante para el postulante, que contribuya a afianzarse y poder afrontar de una manera más adecuada una nueva oportunidad laboral.

Lic. Verónica Cuesta Mattos
Noviembre 2009

*Competencias: Conjunto de habilidades, destrezas, conocimientos, etc que posee una persona y que son necesarias para ocupar un determinado puesto laboral.